¡Feliz 48, Dungeons & Dragons!

En camino a su medio siglo de existencia, Dungeons & Dragons se perfila con fuerza para incrementar aún más su huella cultural, y me pareció apropiado usar este aniversario para algunas divagaciones.

Por supuesto, Dungeons & Dragons ha sido siempre la puerta grande hacia el pasatiempo de los juegos de rol; pero no cabe duda que la presente situación con el virus de covid-19 ha ampliado se público más allá de las expectativas pre-pandemia.

Así pues…

Wizards/Hasbro ha invertido sus recursos en fomentar que Dungeons & Dragons sea identificada como una marca de estilo de vida, como Nike o Star Wars. Para la empresa esto es bueno, pues se hace de fieles consumidores de sus productos a largo plazo. La parte difícil, es que estas marcas se deben cuidar mucho.

Por lo que…

Wizards, además de estar trabajando en la simplificación del sistema, también está trabajando en eliminar de Dungeons & Dragons todo elemento que pudiera percibirse como problemático. Este trabajo será vaciado en una “no-nueva edición” que será publicada como parte de la celebración del 50 aniversario del juego.

También…

A principios del año, el director general de Wizards fue ascendido al cargo de director general de Hasbro. Esto indica que la estrategia existente para Dungeons & Dragons, cualquiera que esta sea, tiene el beneplácito de la mesa directiva de la transnacional juguetera.

Me parece pues que…

Wizards seguirá promoviendo Dungeons & Dragons, invirtiendo en su crecimiento con el objetivo de hacerlo sinónimo de “juego de rol” (cosa que no está tan lejos de ocurrir), y tal vez trabajando para intentar incluir modos/experiencias de juego diferentes al estilo del suplemento The Wild Beyond the Witchlight.

(Algo que me parece inquietante de esta “sinonimización” es que si un rolero de cuño reciente decide que D&D no es lo suyo, abandone el pasatiempo por completo sin antes explorar otras opciones.)

¿Qué ocurrirá con el resto de la empresas?

Observarán como Wizards hace crecer el tamaño del pastel y se queda con una parte cada vez mayor de este. Pocas tienen los recursos para una batalla frontal y menos aún tienen la voluntad. Y en el caso de juegos de rol en español, la resistencia va de mínima a inexistente.

Bueno, suficiente por hoy.

TSR, ¿regresa?

Dado que TSR fue la empresa que publicó originalmente Dungeons & Dragons en 1974, no es de extrañarse que  su nombre todavía resuene fuertemente entre la comunidad rolera aún después de haber sido adquirida por Wizards of the Coast en 1997.

Tal vez por esa razón es que desde hace unos meses un grupo de personas ha fundado empresas con nombres similares y ha registrado viejas marcas que Wizards no renovó, con el fin de usar ese renombre a su favor y, en algunos casos al parecer, tratar de apropiarse indebidamente de propiedad intelectual de la extinta empresa.

EN World tiene muchos más detalles al respecto.

Ampliando la ventaja

Hace unas semanas leí con curiosidad la nota que Wizards publicó, donde comunica que la empresa se hará cargo directamente de las traducciones de Dungeons & Dragons al italiano, francés, alemán y español. Con este movimiento, Wizards probablemente busca homologar las fechas de publicación de productos en los idiomas que controla directamente, y enfocar todos sus esfuerzos promocionales en cada uno de ellos conforme sean publicados.

En lo personal, me parece que la traducción al español es la de mayor potencial debido a la cantidad de hispanoparlantes. El público ibérico ha estado razonablemente bien servido con traducciones desde mediados de la década de los 1980’s, pero no así el latinoamericano. Si Wizards es capaz de agilizar la distribución de sus traducciones oficiales en los países de América Latina, podría ver sus ingresos aumentar de manera importante.

Esta maniobra tiene el potencial de reducir drásticamente la fricción en la adquisición de sus productos; que los seguidores del juego puedan acceder a productos oficiales en español sin tener que pagar los altos costos de envío desde España, es algo que de seguro agradecerán, generará fidelidad, y ayudará a afianzar la posición dominante de Dungeons & Dragons.

Cabe señalar que no creo que las editoriales ibéricas vean afectadas sus ventas en España, pues allá la traducción oficial de Dungeons & Dragons ha sido una realidad del mercado desde hace mucho tiempo. Pero su potencial de crecimiento fuera de España se verá significativamente mermado, a menos que logren también reducir la fricción en la adquisición de sus respectivos productos.

Por otro lado, encuentro frustrante que las editoriales ibéricas no hayan encontrado (¿o buscado?) la fórmula que les permita acceder al mercado latinoamericano con mayor fluidez.

Espero encuentren la solución antes que la escena local se convierta en una monocultura Dungeons & Dragons.

Digo, no es el único buen juego de rol en español.